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¿Qué es un hipertexto?

El concepto de hipertexto responde, fundamentalmente, a una forma de concebir el acceso a la información.

El texto impreso podría considerarse un modelo de presentación de la información de manera lineal: la página 2 sucede a la 1, y así sucesivamente, del prólogo al epílogo.

Sin embargo existen, incluso en soporte impreso, materiales en los que el lector es quien establece la secuencia de acceso a la información. Podemos mencionar ejemplos entre grandes obras literarias, como "Rayuela" de Julio Cortázar, en modestas obras de literatura infantil, del estilo "Construye tu propia aventura" o, en el entorno más cotidiano, la información contenida en un diario.

Posiblemente sea el modelo del diario el que más fácilmente nos pueda dar pistas sobre lo que es un hipertexto. Prácticamente nadie lee un periódico desde la primera a la última página: seleccionamos la información que consideramos más interesante a partir de lo que aparece en portada y es a ese artículo al que acudimos en primer lugar. Esta posibilidad de seleccionar el itinerario que vamos a seguir es uno de los elementos que definen al hipertexto.

Ahora bien, aunque pueda servirnos para asimilar de forma intuitiva el concepto de hipertexto, tendremos que considerar un segundo elemento para definirlo: la posibilidad de incluir, junto a la información escrita y la imagen fija, el sonido y la imagen en movimiento.

Aunque es posible seguir buscando signos identificativos del hipertexto podemos dejar esta primera aproximación en este punto. Por tanto, a los efectos de este curso, consideraremos hipertexto al conjunto de información en soporte multimedia que se estructura mediante enlaces entre los diversos elementos, de forma que el usuario pueda acceder a ella de forma ágil y teniendo la posibilidad de establecer su propio itinerario de "lectura".

 

¿Qué es el HTML?

Una de las primeras preguntas que se hace uno al acercarse a la creación de páginas WEB es qué significa eso de HTML.

Las siglas HTML son las iniciales de la expresión en inglés HyperText Markup Language. Traducido al castellano sería Lenguaje de Etiquetas de Hipertexto.

Se trata de un conjunto de etiquetas que se van intercalando entre el texto de forma que los programas que utilizamos para navegar por la Red sepan qué es lo que tienen que mostrar cuando accedemos a una página y cómo deben presentarlo en la pantalla.

Dada la constante evolución de Internet, el lenguaje HTML ha ido igualmente evolucionando de forma rápida e incorporando especificaciones a través de las sucesivas versiones del mismo.

Existe un organismo internacional independiente ( World Wide Web Consortium o W3C) que se encarga de ir fijando cuáles son las etiquetas válidas pero, a pesar de ello, la batalla comercial que se ha desarrollado en torno a los navegadores para Internet ha originado situaciones en las que han aparecido etiquetas propietarias de un determinado programa. 

Llamamos etiquetas propietarias a aquellas que sólo son interpretadas correctamente por un navegador, mientras que el resto de los navegadores las ignora. Como consecuencia de ello hay efectos que se pueden ver cuando se visita una página con el navegador Internet Explorer de Microsoft y que no aparecen con otros navegadores o viceversa.

Antes de ponernos a trabajar con nuestras páginas WEB tendremos que considerar que algunas de las cosas que nos resultan muy sencillas de hacer con un procesador de texto no lo van a ser tanto cuando estemos creando una página para la Red. El motivo es que el lenguaje HTML surgió con la finalidad de permitir organizar de forma estructurada la información (fundamentalmente textual) para su consulta por la red, pero no tenía intención de preocuparse por el aspecto gráfico de dicha información. Por ello echarás de menos algunos de los recursos que nos ofrece un procesador de textos de alto nivel como el MS Word, el OpenOffice.org o el Corel WordPerfect, por ejemplo, aunque en el nivel de profundización podrás comprobar cómo las hojas de estilo en cascada (CSS) sí nos permiten definir de forma bastante flexible la apariencia.

 

Conceptos de Servidores y Clientes WEB

Tras este primer acercamiento a lo que es una página WEB veremos qué hay que hacer para que la información recogida en ella se convierta en algo público y accesible en Internet, o en una Intranet en el interior de nuestro centro de trabajo.

Para lograr que nuestras páginas WEB estén disponibles en Internet son necesarios varios requisitos:

  1. Que se encuentren en un ordenador permanentemente conectado a Internet.

  2. Que dispongamos de una dirección IP fija y conocida por los ordenadores que se encargan de traducir las peticiones de los internautas a direcciones IP.

  3. Que el ordenador en el que se alojan nuestras páginas disponga del software adecuado para recibir conexiones exteriores y sea capaz de poner a disposición de los visitantes aquello que solicitan.

Los requisitos que acabamos de mencionar, aunque no exclusivos, son algunos de los que necesitamos para considerar que una máquina es un Servidor WEB.

Ya empieza a ser posible que un usuario particular disfrute de condiciones que le permitan cumplir el primer requisito, pero es bastante más difícil que se cumpla el tercero. Tengamos en cuenta que el software del servidor debe ser capaz de prestar el servicio a quien lo solicite, pero tiene también que disponer de las medidas adecuadas para evitar los accesos no autorizados y proteger la información que tiene almacenada el equipo en el que está instalado. Una buena política de seguridad requiere un alto nivel de capacitación técnica, por lo que lo más frecuente es que recurramos a una institución, pública o privada, que nos ofrezca espacio para alojar nuestras páginas, lo cual nos permitirá aprovechar su infraestructura técnica.

En el caso de las Intranets, donde el acceso sigue siendo público pero limitado al entorno de la propia institución, la preparación de un servidor WEB resulta menos problemática, ya que no requiere la configuración de seguridad exigida por un servidor abierto a Internet.

El otro extremo del hilo comunicativo lo establece cada uno de los usuarios que quiere consultar una página WEB. Para ello utilizará un software especializado en recibir la información ofrecida por el ordenador que hace las funciones de servidor. Se trata del Cliente WEB , Agente de usuario o navegador. El empleo del término "navegador" obedece a dos motivos: por una parte la metáfora de Internet como un mar de contenidos nos lleva a aplicar el nombre de "navegador" al programa cuya misión es transportarnos por ese mar. Por otra parte, el término es en parte una generalización por extensión del nombre del programa más utilizado durante la fase inicial de la expansión de Internet: el Navigator de Netscape.

Así pues, ya tenemos definida la estructura de relación entre ordenadores necesaria para que la WEB funcione: establecer un par Cliente-Servidor.

¿Cómo funciona el par Cliente-Servidor?

El proceso de distribución de información almacenada en páginas WEB se realiza en las siguientes etapas :

  1. Un internauta solicita una determinada información tecleando el URL de la página o haciendo clic en un enlace.
  2. El proveedor de acceso del internauta consulta a su servidor de nombres de dominio (DNS), traduce la petición recibida del navegador a la dirección IP del servidor correspondiente y se pone en contacto con dicho ordenador.
  3. El servidor WEB recibe la petición y comprueba que la información solicitada existe y está disponible. Si es así envía la página solicitada al ordenador que le ha realizado la petición.
  4. El navegador del internauta recibe, a través de su proveedor de acceso, los recursos que constituyen la página solicitada y los organiza para presentarlos en la pantalla según las instrucciones que contiene el código HTML de la página. Dichos recursos están formados por el texto y los elementos multimedia que componen la página: imágenes fijas, sonidos, imágenes en movimiento, pequeños programas.

Todos hemos visto páginas que tardan una barbaridad en cargarse hasta que se presentan en pantalla.

Habitualmente, el contenido textual y los códigos de definición de una página tienen un tamaño bastante reducido. Pero no debemos olvidar que la página está compuesta también por el resto de elementos multimedia. La cantidad de información necesaria para presentar completamente una página es lo que constituye su "peso".

¡No lo dudes!: Si quieres garantizar la pérdida de visitas diseña tus páginas cargándolas con elementos multimedia irrelevantes o mal trabajados que aumenten innecesariamente el peso de las mismas. Si los visitantes no huyen desesperados por la lentitud de carga tienes el 99% de posibilidades de que no incluyan tu URL entre sus favoritos.