Iniciar sesión

A diferencia de lo que ocurre cuando Ubuntu se está ejecutando desde el CD y si no marcó la opción "Entrar automáticamente", para entrar en el sistema necesitará registrarse, es decir, facilitar su nombre de usuario y contraseña. Esto permitirá que el sistema le identifique y le asigne los privilegios de acceso conformes con su cuenta.

Se protege así la confidencialidad de los datos y la seguridad del propio sistema. De modo que Ubuntu le pedirá siempre que introduzca su nombre de usuario y su contraseña. Cumplimentando ambos campos (tenga cuidado pues se distingue entre mayúsculas y minúsculas) se cargará el entorno gráfico y accederemos a nuestra área de trabajo.

Como usuarios normales somos soberanos en nuestra área de trabajo, podemos hacer y deshacer a nuestro antojo, pero fuera de ahí no podemos hacer absolutamente nada. Olvídese de la promiscuidad de otros sistemas operativos que le permiten escribir o crear directorios en cualquier sitio al azar.

Es posible configurar Ubuntu para que no sea necesario el registro inicial tanto durante la instalación como después. Sin embargo es completamente desaconsejable porque supone una pérdida de funcionalidad y ningún beneficio. Tiene en sus manos un sistema multiusuario seguro ¿por qué desperdiciar esa potencialidad? Aún cuando sea usted el único usuario de su computadora es conveniente que mantenga el registro en el sistema, al fin y al cabo ¿por qué exponer su información a cualquier curioso?