Multimedia>>Sonido
Está claro que,
conceptualmente, los
sonidos deberían agruparse con las imágenes en la
categoría de multimedia. Pero tenemos el problema de que se
van a mencionar procedimientos relativos a la creación de
vínculos que se abordan en la siguiente sección.
Es recomendable que dejes pendiente este apartado y pases al de
vínculos.
Tanto si ya estás de
vuelta como si has decidido adentrarte en esta sección sin
consultar el apartado de vínculos vamos a iniciar el
recorrido con una anotación de estilo.
La utilización de sonidos pasó por una fase a la
que podríamos calificar de "ornamental" que hoy
está cayendo en desuso. Es lógico que
así fuera, ya que hasta que no se han desarrollado
tecnologías de compresión efectivas, no se
podía plantear la utilización del sonido como
soporte para la transmisión de información.
Hoy en día tenemos la posibilidad de realizar un uso
más profundo del sonido y aprovechar los fragmentos sonoros
para incluir información relacionada íntimamente
con el contenido general del sitio WEB que estamos desarrollando.
Tras la primera puntualización vamos a abordar el trabajo con ambas utilizaciones del sonido. Empezaremos por la aplicación que se acaba de denominar "ornamental".
Al igual que en el caso de la imagen disponemos de dos formatos de sonido directamente legibles por los navegadores: el formato midi (archivos con extensión .mid) y el formato de onda (archivos con extensión .wav).
Los archivos midi están basados en partituras en las que se indica el tono y duración de cada una de las notas, así como el instrumento que interpreta cada pista. Su característica principal es el escaso espacio que ocupan en comparación con la información que incluyen. Al fin y al cabo no son más que una colección de anotaciones para que la tarjeta de sonido pueda traducirlas. Resultan adecuados, pues, para incorporar pasajes musicales.
Dado que los archivos midi se basan en partituras tienen la ventaja de poder crearse y modificarse con facilidad si se tienen nociones de música. Presentan, en cambio, el inconveniente de que la calidad de la reproducción dependerá de la tarjeta de sonido con la que se escuchen, ya que si ésta es de escasa calidad los timbres de los instrumentos se asemejarán poco al sonido real.
En los archivos de formato wav invertimos los términos: son muy extensos porque se basan en la digitalización directa de una fuente de sonido. Además, no dependen demasiado de la calidad de la tarjeta de sonido en que se reproducen y no resultan adecuados para fragmentos musicales largos, sino para efectos especiales y voz. (Siempre habrá que procurar utilizar fragmentos breves debido a su gran extensión).
Sea cual sea el formato que utilicemos el factor principal a
tener en cuenta será la extensión de los archivos.
Independientemente de que el equipo con el que elaboremos las páginas sea muy potente, nunca podemos saber con qué equipo y, sobre todo, con qué tipo de conexión accederán a nuestra página los futuros visitantes y... una página que tarda mucho en cargarse no suele incorporarse a la libreta de marcadores y es difícil que vuelva a ser visitada.
Esta
práctica es absolutamente voluntaria, aunque te
vendrá bien hacerla para poder utilizar el archivo que
obtengas como elemento de comparación en las siguientes
prácticas. Para hacerlo tendrás que disponer de
un micrófono conectado a tu ordenador. Si no dispones de
micrófono o, por cualquier motivo, decides no realizar la
práctica podrás utilizar alguno de los archivos
que incorpora Windows.
Bien, ahora que ya tienes un archivo en formato wav vamos a necesitar otro en formato midi. Puedes utilizar el archivo que obtendrás si pulsas con el botón secundario en este enlace y eliges (en Internet Explorer), (en Mozilla Suite) o (en Mozilla Firefox). Guárdalo en la carpeta en la que estás almacenando las páginas de prácticas.
Vamos a ver ahora cómo hacer que las
páginas alberguen estos sonidos.